
¿Qué implica ser competitivo? ¿Acaso no implica superar a otros, seguir adelante y dejarlos en el
camino? Yo entiendo el ser competitivo como la antítesis de la fraternidad, de la solidaridad, ser
competitivo es la antítesis del amor.
Hoy mi hijo José Pablo, asistió a su primer día de clases y estuve escudriñándo en mi compendio
de "sermoncitos", algo para darle; algo que no se le olvidara fácilmente. Tiene diez años, pero percibo
como que definitivamente va a ser un adolescente prematuro, sin embargo como papá lo sigo viendo
como un bebé...si ya sos padre o mádre, sé que me comprendés...
Después de pensar un rato le dije que no se olvidara que cada instante es único, por lo tanto los aciertos
y errores cometidos no tienen porqué afectar el presente más que para aprender de ellos (me gusta la
frase"porqué seguir cometiendo los mismos errores habiendo tántos errores nuevos por cometer...") y
que al único a quien debe superar es a sí mismo...que no es ni más ni menos que nadie, por lo que lo
peor que puede hacer es juzgarse tomando como punto de referencia a otros, alabé sus virtudes y le
recordé que es un niño inteligente, cretivo y noble.
Luego, para mi adentro me pensé que me quedé corto...recordando las palabras del Maestro..."aquel
de ustedes que quiera ser el más grande en el Reino de Dios deber hacerse el más pequeño entre sus
hermanos". ¿En dónde cabe acá la competitividad?
Definitivamente nuestra cultura occidental, predominantemente cristiana, está cimentada en una grave
disyutiva...pues los conceptos de globalización, competitividad, etcétera no se perciben por ningún lado
en las tradiciones cristianas primitivas...hago esta aclaración porque en la llamada teología de la
prosperidad se han forzado los conceptos hasta que sus adeptos los perciban en la ecuación:
PROSPERIDAD MATERIAL = BENDICIÓN DE DIOS
Si esto fuera así entre los humanos más bendecidos estarían los astros de la farándula, adictos a los
antidepresivos que se acojen cíclicamente a centros de desintoxicación, los póliticos corruptos que, una
vez salen del poder se exilian en algún paraíso fiscal a escribir sus memorias o los capos y mafiosos
que gastan sus fortunas en procurarse seguridad, en retorcer las leyes y en comprar voluntades.
Si de eso se trata la competitividad...hijito mío no seas competitivo, por el contrario sé féliz, sé fraterno,
sé solidario y tomá en serio lo que te dije en son de broma: disfrutá y dejá que los demás te disfruten.
Con todo amor.
Tu papá.